IV
Hay un cuadro de Hopper
que me recuerda caprichosamente
la ciudad en que nací.
Ventanas en la noche.
En primer plano,
por efecto de la luz y la sombra,
casi no vemos el fondo.
Una cadera de mujer y un codo
indican un brusco movimiento
que una de las ventanas recorta.
Es una historia que no necesita
principio ni fin.
La ciudad insiste en aparecer
en la tela del pintor.
También, para mí,
he creado mi propia tela.
No existió antes ni después.
El inmigrante y el desterrado
me entienden.
El turista
nunca ha llegado a estas playas.
*Poeta marplatense residente en esa ciudad. Los poemas pertenecen a El Libro de Mar del Plata.
Con asiento en una nube gris difuminado
ResponderEliminarmiro hacia abajo y allí estoy
los ojos cerrados bajo el tambor de Enero
en escucha de trompetas
(vientos de fuego)
alivia el acorde de un mar
color salado
Sueño con otros veranos
soy joven entonces
casi inmortal y sin agobio
El tiempo se estira lento
y sin cambiar la piel
como la culebra
creo que soy el de antes
en la misma nube e idéntico verano
Que grande Mar del Plata, los puse en el blogrroll de mi blog, espero tener noticias pronto !!!! saludos
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