martes, 29 de septiembre de 2009

Ana Porrúa: Hormigas y samuráis

I.
una vida alrededor
del alimento.
II.
eligen los muertos
en un campo de batalla ajeno.
la caparazón dura y brillante
del insecto medieval:
diminutos mosaicos luctuosos
bajo la presión de sus pinzas.
III.
el fragmento del ala de una libélula:
imposible tocado de novia
(tul imaginario)
sobre la cabeza
de la obrera.
VI.
"En un hormiguero nadie se preocupa por las águilas"Henri Michaux
hay universos que nunca se juntan
las hormigas son ciegas a la altura:
su única mística es la del trabajo.
samuráis
(a B.S.)
samurai clásico
I.
soy una hormiga guerrera
pensó el samurai
la primera vez que su madre
cubrió sus hombros
con prenda de seda.
III.
el samurai
se soñó sin su espada:
un animal
pequeño
que no sabe
las pausas
internas
del horror.
IV.
vio el mar por vez primera
recordó cuentos de infancia
(una voz baja contra su oído):
‘no hay espada que hiera
a este dragón de agua’.


Ana Porrúa (Comodoro Rivadavia, 1962) es ensayista y escribe poesía. Ha publicado Con trapos en la boca (1992), Hormigas y samuráis (2001), El chenque (2005), dos antologías de poesía latinoamericana (Traficando palabras y Alicia en el país de las pesadillas y otros poemas) y un libro de crítica sobre Leónidas Lamborghini, Variaciones vanguardistas. Vive en Mar del Plata.
Si querés leer más, entrá a: http://lainfanciadelprocedimiento.blogspot.com/2007/02/ana-porra.html

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