viernes, 26 de febrero de 2010

una constante en el sur

Denuncian “deficiente” recolección de residuos en Los Acantilados

Los vecinos acusan a la 9 de Julio de levantar la basura sólo en aquellas calles importantes. Las bolsas se acumulan, los perros las rompen y eso repercute negativamente. Desde la empresa se comprometieron a enviar un supervisor.

Vecinos del barrio Los Acantilados denunciaron que la empresa 9 de Julio, encargada de juntar los residuos en la ciudad, realiza su labor de manera “deficiente” en aquel sector. Según indicaron, sólo se levanta la basura en las calles principales dejando al resto sin servicio.

Así lo indicó Mariela Acha, una de las vecinas, quien en diálogo con Radio Brisas explicó que la empresa recolectora de los residuos sólo pasa por aquellas arterias que son consideradas importantes y “deja al resto de las viviendas sin servicio”, con las consecuencias que eso conlleva.

Sobre lo que ocurre en el barrio, Mariela comentó que por la falta de un trabajo acorde de parte de la 9 de Julio, se termina “acumulando la basura, los perros destrozan las bolsas de residuo y esto es algo totalmente antiecológico”. Aseguran que las calles quedan más sucias que antes.

La vecina reconoció que ha se han hecho las quejas pertinentes ante la empresa, pero que todavía no se han obtenido respuestas a sus reclamos. Y reiteró que el servicio que se brinda es “deficiente”.

De todas maneras, consultado al respecto el representante de la 9 de Julio, Fabián Lescano, comentó que la denuncia ya fue recibida y que en las próximas horas se enviará un supervisor a constatar la situación que se vive en Los Acantilados. No obstante, se comprometió a aportar una solución

mdphoy.com

jueves, 25 de febrero de 2010

promesas, promesas...




El intenso temporal que azotó a Mar del Plata en las últimas horas, destruyó varias instalaciones y accesos de distintas playas del sur de este ciudad, Guardavidas de la zona reclaman que las obras de defensa costera -programadas para noviembre del 2009- “nunca se hicieron” y temen que si el mal tiempo persiste, los empresarios de balnearios se retiren antes de tiempo y dejen a la zona sin el servicio de seguridad que los trabajadores del sector prestan cada año en la ciudad, y sin las refacciones que deben realizarse.


Después de largas horas de constante lluvia y viento, los guardavidas de las playas del sur se encontraron este miércoles que el agua había alcanzado al sector de vestuarios y había sobrepasado a los “chiringos” que operan en esta zona. Según informaron, el sector más afectado por el temporal es que el va de La Serena hasta El Faro.


El secretario general de la Unión de Guardavidas Agremiados (UGA), Miguel Nieto, advirtió que “las obras de defensa costera nunca se hicieron, por lo que el perjuicio es cada vez mayor”.Su compañero y referente del gremio, Diego Sánchez Cabezudo, responsabilizó al intendente Gustavo Pulti por su “inacción” y al secretario de Obras de la Comuna, Manuel Regidor.“Estamos indignados porque nos han mentido.


El Municipio nos llevó a Buenos Aires y allá nos prometieron que en noviembre iban a comenzar las obras de defensa costera. Nunca empezaron, seguimos igual o peor y estas playas tienden a desaparecer”, alertó Sanchez Cabezudo en un comunicado de prensa.Instalaciones y accesos se vieron seriamente afectados tanto por el temporal que tuvo lugar en julio -que destrozó también el Paseo Dávila- como el de este miércoles a la madrugada.

“Llovió muchísimo y hubo mucho viento. Eso hizo un desastre en estas playas, desde el Faro hasta la Serena”, dijeron desde UGA, recordando que sobre los últimos meses del año pasado reclamaron en reiteradas oportunidades –a través de cortes de ruta y movilizaciones- por la puesta en marcha de las obras de defensa costera.

Manuel Regidor, secretario de Obras Públicas de la Municipalidad de General Pueyrredón, prometió a mediados de octubre que los trabajos comenzarían a desarrollarse en marzo, pero estos jamás se iniciaron.


El intendente Pulti no intervino directamente en el conflicto, pero el Ejecutivo garantizó que el plan de obras comenzaría a desarrollarse antes del verano. “No se hizo nada. Estamos cansados de que nos mientan”, añadió Sánchez Cabezudo.La situación puso inmediatamente en estado de alerta y movilización a los guardavidas y demás trabajadores que desempeñan su actividad en la zona sur de Mar del Plata, debido a que ven peligrar su actividad.

Además, Nieto y Cabezudo señalaron que “por el mal tiempo que ha habido en febrero es posible que los empresarios (balnearios) se retiren antes de los previsto y dejen a las playas sin el servicio de seguridad tanto para marzo como para Semana Santa”.


Las playas del sur conforman uno de los espacios de esparcimiento más elegidos por turistas y marplatenses que año tras año veranean en la ciudad. “Si no hay servicio de seguridad de guardavidas se pone en riesgo a la gente y también a nuestro trabajo, porque no nos van a pagar lo que ya está acordado por convenio”, advirtieron.

LAS OBRAS

Desde la Unión de Guardavidas Agremiados exigen que de manera “urgente” se realice la obra de defensa costera financiada durante el gobierno de Daniel Katz y Néstor Kirchner. Su presupuesto asciende a 42 millones y jamás se puso en marcha.“El problema lo venimos sintiendo hace tiempo, años, y todavía no se hizo nada, a pesar de que está aprobado el proyecto y ya se cuenta con el dinero necesario. No entendemos por qué no se inicia una cuestión tan necesaria para la preservación de la costa marplatense”, explicó el secretario general de UGA.


“Las obras -continuó- se han retrasado por diversos motivos, no nos han dado explicaciones y ahora pagamos las consecuencias con el último temporal que ha borrado entre 600 y 1000 metros de playa que había hasta no hace mucho tiempo atrás”.

De acuerdo con el proyecto, el conjunto de obras determina la construcción de siete arrecifes y tareas de reestructuración de los accesos a las playas ubicadas en el sector sur de la ciudad, desde Los Acantilados hasta el barrio Alfar y las playas de El Faro.“Los médanos han quedado reducidos en hasta 10 metros. Necesitamos una respuesta urgente”, concluyó Nieto.


AUTOR / FUENTE: www.0223.com.ar

lunes, 22 de febrero de 2010

¿ ingenuidad ?

"Espero sinceramente que el concejal Rizzi revea su posición y retire esta locura"

Así lo manifestó un vecino de Punta Mogotes ante la presentación de un proyecto de ordenanza del concejal de la UCR, Fernando Rizzi, por el cual se pretende incentivar a las inversiones inmobiliarias en el frente costero de Punta Mogotes. Se permitiría la construcción de torres.



SR. DIRECTOR:

En las últimas horas, el concejal Fernando Rizzi, presentó un proyecto que, de concretarse, permitiría que a lo largo de toda la Avenida Martinez de hoz se permita la edificación de torres de doce, catorce pisos y hasta una altura no bien definida. Este último disparate no es otro que el viejo proyecto de Cánepa, Palópoli, los Trujillo, Castorina (el funcionario, no el presidente del Colegio de Arquitectos) y otros respetables ciudadanos, que hace tiempo pugnan por realizar un tipo de edificación que denominan "pan lactal vertical".

Es decir, sostienen que un edificio que ocupa el ancho comprendido de medianera a medianera por una altura determinada es "poco amigable con el medio ambiente" e impulsan un tipo de construcción que deje un perímetro libre alrededor de la misma, pero en el que se compense esa falta de superficie construyendo en altura.

Dicen, y también lo hace el concejal Rizzi, que el cono de sombra que se generaría no llegaría hasta los balnearios de Mogotes, pero toda la idea hace agua por varios lados. Uno: ¿En qué momento se va a medir el cono de sombra, en verano o en invierno?. Porque en Punta Mogotes vive gente en invierno, cuando el cono de sombra sería mucho mas largo. Y, aunque a la tarde no llegara a los balnearios, es clarísimo que durante toda la mañana, cuando el sol da desde el mar, generaría sombra en las casas linderas, que pertenecen a vecinos que tal vez hicieron mucho sacrificio por comprarlas y mantenerlas entre tanto vaiven económico y es una falta de respeto hacia ellos, hacia la inversión de ellos, incluso de quienes trajeron sus dineros desde afuera de Mar del Plata y compraron una casa para evitar estas circunstancias tan típicas de Buenos Aires.

Es decir, la vista al mar y el sol que tendrían estos departamentos no son otros que la vista al mar y el sol que le robaron a las viviendas linderas. Esta situación generaría que esas casas pierdan valor y sus propietarios se vieran impulsados a venderlas a los mismos que generan nuevos proyectos de este tipo. Por mucho retiro que tengan, por mucho margen que dejen a los costados, el cono de sombra va a existir, y los laterales libres se utilizarán como guardacoches, generando además, un constante ruido sobre las medianeras vecinas.

Por otra parte, todo el espacio verde sobre la Avenida Martinez de Hoz, hasta donde yo se, es considerado parte de la reserva, y aunque sea poca sombra, afectaría a ésta, a los cientos de especies de aves que allí viven y a las leyes nacionales y provinciales que las protegen. Además, según una ley provincial citada por el mismo Cánepa a la prensa, el cono de sombra, sea largo o corto, no puede llegar más allá de los 300 metros entre éste y la linea costera, y esta línea costera, sabemos, continúa retrayéndose. Y por sobre todas las cosas, el proyecto es una plataforma que abre la posibilidad de futuros retoques. El mismo es un tanto ambiguo en la cantidad de pisos a construir, y en la zona, doce o trece pisos suelen terminar siendo quince o veinte, porque el afán de los constructores siempre provoca que se pasen en la cantidad de pisos, y la Municipalidad termina por autorizarlos y generando precedentes. Así que en el futuro se puede pedir como excepción y en defensa del trabajo de los marplatenses que se pueda construir, digamos, un 30% más, como ya se hizo, y doce pisos serán dieciséis, y así hasta los veinte. Y también se puede pedir que además de sobre Martínez de Hoz se permita construir sobre la Av. 39, y luego sobre otras calles.

Además, si en plena temporada, ni bien vienen algunos turistas, en Mogotes baja la presión del agua y en muchos casos no llega a los tanques o no alcanzan a llenarse durante la noche ¿Qué va a pasar con el agua, el gas, la luz, cuando la costa se llene de edificios, sobretodo cuando gracias al "cono de sombra" se necesite más gas -es decir, más dinero- para calefaccionar las viviendas?.

Tampoco en la zona hay desagües que permitan circular el agua en caso de lluvias fuertes, y un edificio, que por lo general tiene subsuelos, sería un tapón a esa circulación. Porque no es cuestión de forrar todo con cemento y luego ubicarse desde afuera y "demandar" obras de provisión de servicios y decir por los medios que se trata de "una vieja necesidad de los vecinos de la zona".

Además, con todos esos departamentos para alquilar ¿qué va a pasar con los propietarios de viviendas que se alquilan en el verano? ¿vamos a tener una pared de edificios que terminen por encubrir un barrio de una precariedad creciente? Pero lo que menos entiendo de todo esto es porqué, si tenemos un sector con cierta tipología constructiva que nos guste o no funciona turísticamente muy bien, es decir, tenemos un patrimonio turístico reconocido en todo el país, ¿porqué lo vamos a arruinar transformando la costa en algo parecido a la entrada a Miramar?. No comprendo porqué nos baleamos los pies. Cuando se habla de otras localidades turísticas que muchas veces nos quitan visitantes, se remarcan sus características agrestes, y nosotros acá intentamos transformar un barrio de casitas en Nueva York, y ni siquiera nos preguntan a los que vivimos por acá qué opinamos, y no encuentro, aunque la busco, cuál será la ventaja para los marplatenses, cuál será el verdadero negocio, la ganancia del ciudadano que vive tranquilo en un barrio tranquilo y que ha optado por vivir así. ¿Alguien puede comprender que el no desarrollo de Punta Mogotes ES su desarrollo? ¿Qué tendría de malo que un barrio de casas bajas sea siempre un barrio de casas bajas? ¿O quién ha establecido que el destino inexorable de cualquier poblado sea el tener edificios?

Estas cosas se hacen en nombre de un progreso y un desarrollo con el que la Municipalidad pareciera embanderarse, pero que la misma Municipalidad no atiende al momento de pavimentar, o iluminar o generar presencia. Si la misma Avenida Martínez de Hoz fue rebautizada como "De los trabajadores" hace poco mas de un año, pero ni siquiera se le cambiaron los carteles.

En todo caso, "desarrollo", "progreso", sería tener salas de salud, que brillan por su ausencia, mejores escuelas, porque las que hay se caen a pedazos, mejores calles.

Pero los que vivimos por aquí percibimos que la Municipalidad está ausente, que a la hora de hacer obras a favor, no para de citar dificultades y frenos burocráticos que nunca impone ante los verdaderos autores de estos proyectos trasnochados que, para colmo no se hacen para satisfacer la necesidad de vivienda a los que no pueden acceder a una, sino que es un millonario negocio que consiste en arruinar barrios a favor de las ganancias de ciertos empresarios, que para colmo serán beneficiados con el no pago de la TSU hasta que se vendan los departamentos. De modo que el riesgo empresario corra por cuenta de la Municipalidad, y es llamativa la ingenuidad de algunos funcionarios al momento de ser convencidos por ciertos oscuros empresarios de las virtudes de proyectos tirados de los pelos. Espero sinceramente que el concejal Rizzi revea su posición y retire esta locura.



Jorge Tesan


0223.com.ar

jueves, 18 de febrero de 2010

Sin palabras...




El Concejo Deliberante evalúa un proyecto que alienta la construcción de edificios de jerarquía en la bahía de Punta Mogotes

El concejal Fernando Rizzi presentó un proyecto de ordenanza con el propósito de fomentar las inversiones inmobiliarias de jerarquía en el frente costero de Punta Mogotes. La medida principal de esta iniciativa consiste en modificar los actuales indicadores urbanísticos de la Avenida De los Trabajadores (ex Martínez de Hoz), entre las calles Vértiz y Castro Barros, para permitir que se construyan nuevos edificios de hasta 12 pisos de altura que preferentemente, no compartan medianeras.



Según le explicó Rizzi a LA CAPITAL, en este sector de la ciudad abundan las "propiedades obsoletas, los lotes vacíos y edificaciones de escaso valor" que podrían ser sustituidas por edificios de alta gama con vista al mar. Según Rizzi, si se facilitaran las condiciones para invertir en Punta Mogotes "se aliviaría la fuerte presión inmobiliaria que existe en otros sectores de Mar del Plata como Playa Grande o La Perla" donde -en su opinión- existe una "saturación" de edificios de altura que provocan un efecto nocivo en el paisaje, lo que podría empeorar si no se generan alternativas atractivas para orientar las inversiones hacia otro sector.



Además destacó que en la bahía de Mogotes no existe el riesgo de que las nuevas edificaciones proyecten sombras sobre las playas, ya que el frente de urbanización se encuentra lo suficientemente alejado de la costa. "Desde este punto de vista no se advierten desventajas", comentó. Actualmente en la zona se admiten construcciones de hasta 7 u 8 pisos de altura, por lo que para el concejal, ampliar ese límite elevándolo a 12 sería una decisión apropiada para atraer nuevos desarrollos. Según explicó, en su proyecto se establece que podrían obtener esa altura sólo las torres que no compartan medianeras con las propiedades lindantes, con lo que se generaría un conjunto de construcciones más armónico y estilizado.



Además se podría conceder permiso para agregar un piso más siempre y cuando se reserve uno con la finalidad de cocheras. En su opinión, con la implementación de esta medida, el resultado final sería muy similar al obtenido en la urbanización que ya existe sobre la calle Alem, entre las avenidas Paso y Juan B. Justo, frente al Mar del Plata Golf Club.

"La bahía de Punta Mogotes es un punto estratégico de la ciudad que reúne condiciones muy atractivas desde el punto de vista paisajístico que no están bien explotadas. Existe un gran consenso de parte de distintos sectores de nuestra comunidad respecto de las aptitudes que tiene la zona para fomentar la construcción de nuevos edificios de jerarquía", señaló Rizzi.



El concejal aclaró que la modificación de los indicadores urbanísticos fue propuesta solamente para el frente costero y no para el resto del barrio ya que, en su opinión, Punta Mogotes tiene una configuración edilicia con casas bajas que debe ser preservada tal y como está. Asimismo destacó que ante el eventual crecimiento de la población en la zona, se planteó la posibilidad de crear un fondo especial para ejecutar en la zona obras de infraestructura de agua y cloacas.

lunes, 8 de febrero de 2010

mas apoyo

La Delegación Sur. Autoridades elegidas por voto de la gente
Las Sociedades de Fomento y la distancia con la gente

Por Sergio Zapatela


Se adhiere enfáticamente desde esta publicación a la creación de una Delegación Municipal propia que administre los destinos de los 17 barrios del Sur de Mar del Plata con independencia y desde adentro, pero con mayor vehemencia se adhiere a la elección de las autoridades de la futura delegación por voto de los vecinos de la zona.
(unidosxelsur.blogspot.com)

Se necesita cohesión.

La participación activa de la gente en las instituciones que la representan se hace más imprescindible hoy que nunca. Las sociedades de fomento, sus autoridades, se encuentran hoy, en mayor o menor medida, alejadas de la gente. O bien porque la gente no se interesa, o bien por creerlas elitistas, o bien por suponer que las actuales condiciones no pueden ser mejoradas, el hecho es que con el actual sistema de representación unos pocos tienen la pesada carga de decidir cuestiones que nos atañen a todos.
Cuando se defienden las instituciones se está defendiendo la herramienta que las sociedades han ido creando a través del tiempo para beneficio del conjunto. Las instituciones no son las personas que eventualmente ocupan los cargos, trascienden esta contingencia, van más allá en el tiempo y en el espacio. Los pequeños conflictos que se van suscitando y a partir de los cuales algunas personas que ocupan cargos se sienten avasalladas por otras que no los ocupan, surgen de la falta de representatividad. En algunas asambleas de sociedades de fomento de barrios con miles de habitantes estables, las autoridades son elegidas por cinco o seis vecinos que sólo adhieren a la voluntad de uno o dos. Y no es que estamos poniendo en duda la capacidad de éstos para ejercer el cargo, sino la debilidad que se produce al no contar con el consenso del barrio.

Se necesita más civismo.

Las sociedades de fomento cobran un subsidio mensual del Municipio para atender los requerimientos del barrio, fundamentalmente el corte de pastos. Puede sonar a verdad de perogrullo, pero por las dudas, los importes que el municipio mes a mes deposita en las arcas de las sociedades de fomento surgen de nuestros impuestos, no de otro lado. Las cuentas contables de las sociedades de fomento deberían estar a disposición de los vecinos, sean o no socios, ya que están administrando fondos surgidos de impuestos, y todos tenemos el derecho (y el deber) de controlar que estos dineros se manejen con criterio y transparencia.
En el hipotético caso de que en algún barrio, en su sociedad de fomento, el dinero que baja del municipio no alcanzare para cumplir con las obligaciones en su totalidad, es el barrio quien debe poner cartas en el asunto, no sólo las eventuales autoridades. Cuando existe una falla de gestión, política o administrativa, es el conjunto el que debe ponerse al frente para defender la institución.

Si está mal manejada, para cambiar, si está bien manejada, para mejorarla.

Cuando se habla de institucionalidad hay que advertir estas situaciones.

Se necesita más humildad.

Estos barrios, como todos, están habitados por gente. A partir de la convivencia barrial y con el medio ambiente se van generando necesidades que son comunes a todos y que precisan soluciones de todos.
El actual delegado municipal del puerto, Sr. Retrivi, ha confesado ante las autoridades de las sociedades de fomento de la zona sur que dentro de sus funciones no está la de atender situaciones referidas a esta parte de la ciudad. Su responsabilidad pareciera abarcar el puerto y sólo hasta Vértiz, no más allá (o más acá). Y esto no es ninguna novedad. Decíamos en la edición anterior, a propósito de la nota que le hiciéramos a Artemio López, que uno de los más beneficiados con la creación de la delegación Sur será el Delegado del Puerto.

Celebramos desde estas líneas la unión de las sociedades de fomento de todas la zona. ¿Cómo no hacerlo? Pero que se evite la actitud corporativa, prejuiciosa, los mensajes tirados por elevación en forma patoteril.
¿Qué se defiende cuando se defiende a un directivo que no cumple con sus funciones primarias? ¿Las instituciones o la impunidad?
¿A quién se representa con la farsa y la vieja historia del sacrificio por la comunidad?
Entre giatnos no nos vamos a adivinar la suerte...

Puede ser que cualquier propuesta “no institucional” signifique una amenaza.

Se necesita más grandeza.

La participación de la gente provoca una fortaleza tal que puede alcanzar las metas que parecen más imposibles.

Se necesita más unión.
Sirve, esta participación, entre otras cosas, para evitar las declamaciones en soledad... Hay ruidos molestos en aquel sector de aquel barrio, pues bien, todos los vecinos debemos de hacernos eco del reclamo, los perjudicados y los no. Las Sociedades de Fomento al frente, mejor.

Se necesita más solidaridad.

Vivimos en una bella, bellísima, zona en invierno que se torna exuberante en temporada, aunque debemos soportar todos los veranos la enajenación, la división traumática entre costa y barrio, como si las playas no nos pertenecieran en los más mínimos detalles. Presenciamos absortos esa suerte de invasión empresaria que no conoce límites a la hora de hacer de esta zona su fuente de negocios.
Somos privilegiados. Contamos con material humano de excelencia para encarar lo que fuere con idoneidad, imaginación y criterio comunitario.

Se necesita más creatividad.


Diario Vientosur