La Delegación Sur. Autoridades elegidas por voto de la gente
Las Sociedades de Fomento y la distancia con la gente
Por Sergio Zapatela
Se adhiere enfáticamente desde esta publicación a la creación de una Delegación Municipal propia que administre los destinos de los 17 barrios del Sur de Mar del Plata con independencia y desde adentro, pero con mayor vehemencia se adhiere a la elección de las autoridades de la futura delegación por voto de los vecinos de la zona.
(unidosxelsur.blogspot.com)
Se necesita cohesión.
La participación activa de la gente en las instituciones que la representan se hace más imprescindible hoy que nunca. Las sociedades de fomento, sus autoridades, se encuentran hoy, en mayor o menor medida, alejadas de la gente. O bien porque la gente no se interesa, o bien por creerlas elitistas, o bien por suponer que las actuales condiciones no pueden ser mejoradas, el hecho es que con el actual sistema de representación unos pocos tienen la pesada carga de decidir cuestiones que nos atañen a todos.
Cuando se defienden las instituciones se está defendiendo la herramienta que las sociedades han ido creando a través del tiempo para beneficio del conjunto. Las instituciones no son las personas que eventualmente ocupan los cargos, trascienden esta contingencia, van más allá en el tiempo y en el espacio. Los pequeños conflictos que se van suscitando y a partir de los cuales algunas personas que ocupan cargos se sienten avasalladas por otras que no los ocupan, surgen de la falta de representatividad. En algunas asambleas de sociedades de fomento de barrios con miles de habitantes estables, las autoridades son elegidas por cinco o seis vecinos que sólo adhieren a la voluntad de uno o dos. Y no es que estamos poniendo en duda la capacidad de éstos para ejercer el cargo, sino la debilidad que se produce al no contar con el consenso del barrio.
Se necesita más civismo.
Las sociedades de fomento cobran un subsidio mensual del Municipio para atender los requerimientos del barrio, fundamentalmente el corte de pastos. Puede sonar a verdad de perogrullo, pero por las dudas, los importes que el municipio mes a mes deposita en las arcas de las sociedades de fomento surgen de nuestros impuestos, no de otro lado. Las cuentas contables de las sociedades de fomento deberían estar a disposición de los vecinos, sean o no socios, ya que están administrando fondos surgidos de impuestos, y todos tenemos el derecho (y el deber) de controlar que estos dineros se manejen con criterio y transparencia.
En el hipotético caso de que en algún barrio, en su sociedad de fomento, el dinero que baja del municipio no alcanzare para cumplir con las obligaciones en su totalidad, es el barrio quien debe poner cartas en el asunto, no sólo las eventuales autoridades. Cuando existe una falla de gestión, política o administrativa, es el conjunto el que debe ponerse al frente para defender la institución.
Si está mal manejada, para cambiar, si está bien manejada, para mejorarla.
Cuando se habla de institucionalidad hay que advertir estas situaciones.
Se necesita más humildad.
Estos barrios, como todos, están habitados por gente. A partir de la convivencia barrial y con el medio ambiente se van generando necesidades que son comunes a todos y que precisan soluciones de todos.
El actual delegado municipal del puerto, Sr. Retrivi, ha confesado ante las autoridades de las sociedades de fomento de la zona sur que dentro de sus funciones no está la de atender situaciones referidas a esta parte de la ciudad. Su responsabilidad pareciera abarcar el puerto y sólo hasta Vértiz, no más allá (o más acá). Y esto no es ninguna novedad. Decíamos en la edición anterior, a propósito de la nota que le hiciéramos a Artemio López, que uno de los más beneficiados con la creación de la delegación Sur será el Delegado del Puerto.
Celebramos desde estas líneas la unión de las sociedades de fomento de todas la zona. ¿Cómo no hacerlo? Pero que se evite la actitud corporativa, prejuiciosa, los mensajes tirados por elevación en forma patoteril.
¿Qué se defiende cuando se defiende a un directivo que no cumple con sus funciones primarias? ¿Las instituciones o la impunidad?
¿A quién se representa con la farsa y la vieja historia del sacrificio por la comunidad?
Entre giatnos no nos vamos a adivinar la suerte...
Puede ser que cualquier propuesta “no institucional” signifique una amenaza.
Se necesita más grandeza.
La participación de la gente provoca una fortaleza tal que puede alcanzar las metas que parecen más imposibles.
Se necesita más unión.
Sirve, esta participación, entre otras cosas, para evitar las declamaciones en soledad... Hay ruidos molestos en aquel sector de aquel barrio, pues bien, todos los vecinos debemos de hacernos eco del reclamo, los perjudicados y los no. Las Sociedades de Fomento al frente, mejor.
Se necesita más solidaridad.
Vivimos en una bella, bellísima, zona en invierno que se torna exuberante en temporada, aunque debemos soportar todos los veranos la enajenación, la división traumática entre costa y barrio, como si las playas no nos pertenecieran en los más mínimos detalles. Presenciamos absortos esa suerte de invasión empresaria que no conoce límites a la hora de hacer de esta zona su fuente de negocios.
Somos privilegiados. Contamos con material humano de excelencia para encarar lo que fuere con idoneidad, imaginación y criterio comunitario.
Se necesita más creatividad.
Necesitamos que UnidosXelsur sea una institucion que, mediante la union de los barrios de zona sur de mdp, se encargue de resolver problemas y analizar casos vinculados con las problematicas que tenemos los vecinos del sur.
ResponderEliminarsaludos y buenas olas